Para la revista Polémica, número 81. Junio de 2004 |
No váyase, señor Aznar | ![]() |
Ahora es fácil decirlo, pero escribí esto que tenía que decirle antes de que ahora parezca que es tan fácil y que es inevitable que lo reescriba. | ![]() |
Como verá, prefería que esto le hubiese llegado, si lograra llegarle, antes de que, queriéndolo, como dijo, nos dejara desde su puesto máximo importante, más importante de lo que es siempre, sabiamente para que no fuera el que tuviera que irse. | ![]() |
Quería que me oyera, leyera, si llegara a leerme, insistiendo en que le proponía el propósito del título de estas letras consciente y responsable del convencimiento de su acertada actuación por lograr un destacado reconocimiento cuando se le haga referencia en eso de la historia, sobre todo porque ya sabemos que siempre refleja, y sólo, lo que parece interesante a destacar según conviene al poder, del que se ha solazado con todo merecimiento, insisto, en esta última época de tantos años, para unos tan corta, los comprensivos, tan larga para otros; esos siempre descontentos que tan poco, tampoco, también, son capaces de comprender, entre los que tengo la impresión que me encuentro. | ![]() |
Lo lamento. No sé si lo sabrá, si es consciente de ello, que seguro que sí, porque siempre me ha dado la sensación de que lo sabe todo, con acierto, y deseo que siga sabiéndolo, consciente, ha logrado crear una escuela de manera política, habiendo escogido, seleccionado, unos aplicados alumnos, que en algunos casos, alguno, la oportunidad de la ocasión, ha logrado, casi, si no superarle, imposible, ya lo sé, al menos emularle con demostrado aprovechamiento. | ![]() |
Esa inconfundible muestra de seguridad, calculadísimo queriendo ser tono acre, levísimo reproche que cuando el asunto lo exige se acentúa con destello de acusación de índice inhiesto demorándose lo preciso para que el expectante ciudadano votante recuerde el miedo que debe permanecerle latente a todo súbdito. Y ahí sí tengo que elogiarle una vez más, ninguno con la contundencia del suyo, ante el que, lo confieso, he sentido la intimidación del miedo cada vez que lo he visto, y fíjese, sólo en esa pantalla de electrónico hogareño, tan aparentemente de lejos, a pesar de que mi espontánea reacción era de risa, por lo que quería decirme y por el tono de voz, que nunca lo tuvo acertado, falto de las instrucciones de un logopeda, como sus discípulos que, me es inevitable en la honestidad con la que trato de expresarme, casi siempre resultan ni siquiera ridículos sino hilarantes, o patéticos; para mí, al menos, y sé que no soy el único. | ![]() |
Sí, hilarante por lo que parecía que intentaban decir, y patéticos por lo que parecía que intentaban decir daba la impresión de que no se lo creían. Y siguen. Por la insistencia en repetir frase como si quisieran hacernos creer que tenían el respaldo de larga meditación sobre ideas que a fuerza de oírselas sólo confirmaban la limitación de las ideas. | ![]() |
Ya lejana aquella que le resultó convincente. Se la oímos hasta darnos vergüenza ajena, con la que se aconsejaba, ya parecía un mandato de aventajado, una orden, que sus consocios con tanto entusiasmo aplaudían, para que el entonces primero de la clase abandonara ese destacado puesto que ya se tenía que suponer a quien realmente, nunca supe por qué indemostrados merecimientos, le correspondía. | ![]() |
Y le dio el ansiado resultado. Hay que felicitarlo por la acertada frase, con la que convenció a la mayoría de los colegios que le consideraron merecedor de ser el primero de la clase. Sin dejar de tener en cuenta que el desclasificado no había acertado en la selección de algunos colegas que influyeron en el descenso de las notas, que en algo facilitaron aquel logro de una puntuación máxima para el nuevo, ahora ya también anterior, al que me dirijo con "No váyase, señor Aznar" precisamente recordando aquella frase que tanto repitió y que le recuerdo para su satisfacción, aunque estoy convencido de que no la ha olvidado, aunque yo ahora añada un breve inicio y cambie el nombre, claro. | ![]() |
Es posible que haya repetido otras frases también importantes, estoy seguro, pero se le recordará, con todo respeto a todo lo demás que haya dicho, sobre todo por la ya comentada y esta otra, que por cierto se la oíamos menos en los últimos tiempos, "España va bien". | ![]() |
Tan obsesivamente repetida se hizo estribillo; sin música pero con sonsonete, sin rima pero con retruécano, exclamación burlesca, interrogante de chiste no comprendido. | ![]() |
Es penoso comprobar que no leía los informes de sus subordinados que trascendían a los medios de comunicación a pesar de tan controlados y dominados por sus responsables, textos publicados que parece ser que tampoco leía; todavía unos últimos ante los que la ONU "insta al Gobierno a iniciar planes para erradicar los grandes problemas de la sociedad española; vivienda, precariedad laboral, derechos de los colectivos desfavorecidos, aumento de la pobreza y ayuda al Tercer Mundo". "El 18% de la población española vive por debajo del umbral de la pobreza", dijo la directora del Observatorio de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales. | ![]() |
"España va bien" es cierto para los que siempre ha ido bien y que aumentaron en unos no sé cuantos, nadie lo sabe exactamente más que ellos mismos y los que los han favorecido con las privatizaciones de no sé cuantas empresas estatales, y algunos que otros indemnizados, con cantidades ingentes, indignantes, uno de ellos en concreto del que se nos dijo que había sido su compañero de colegio, por cesar en sus importantes cargos de presidentes o cosas por el estilo, corroborando así el grito de entusiasmo de uno de los suyos, en Valencia, la noche de su primer triunfo: "Hemos ganado. Ahora nos toca a nosotros. Nos vamos a hinchar". | ![]() |
No le seguí la pista y no sé si se habrá hinchado; ni siquiera recuerdo su nombre. Y de esto, anécdota de lo inoportuno de un descontrolado, no se le puede responsabilizar, claro; ni lo hago. Pero me gustaría que el hombrecillo haya logrado su propósito; como tantos otros lo han logrado sin difundidas manifestaciones y todo perfectamente organizado dentro de la legalidad, como suelen decir. | ![]() |
Cuando le digo, le pedía, ahora tarde: "no váyase", no lo tome como una ironía, de burla, a pesar de las pocas cosas que aquí he traído de las muchas otras que están en la memoria de todos, incluso de alguno de sus seguidores, que también los tiene con una cierta lucidez, es cierto. | ![]() |
Lo digo en sincero elogio a su capacidad de desde el primero de la clase ha logrado ser un maestro de los que detentando eso que llaman poder han creado y están haciendo evolucionar esta civilización de la muerte, con el miedo, el terror, en millones de casos inconscientes, en esta humanidad que formamos sus súbditos. | ![]() |
Que no se fuera, porque iba en el buen camino de situar eso de la política en su preciso medio de lo inútil y perjudicial que le es a la colectividad sobre la que domina y hacer de sus alumnos aventajados discípulos que le colaboran eficazmente para alcanzar por fin ese fin del desmoronamiento de estructuras tan agresivamente obsoletas, tanto que, inconclusa su prodigiosa labor, no llegó más allá de la intervención en una guerra, eso ya tan impropio de cualquier dignidad humana. | ![]() |
Y al no poder continuar ese proceso, le comprendo su actitud de ir a quejarse a quien corresponde denunciando al que le ha sustituido por haber desmontado su estrategia, de una manera que a mi modesto parecer podría denominarse como traición, según las reglas de esos asuntos que ustedes dominan y se desenvuelven, pero que aceptemos que no es más que pataleta por la frustración de haber sido desplazado aquel que había decidido que siguiera su obra. | ![]() |
Y de todas formas no puedo evitar exponerle mi idea de que en ese juego de la política la oposición o tiene porque ser un enemigo, no es enemigo, como parece ser que se tratan unos a otros, sobre todo en las manifestaciones de sus discípulos continuadores, que sinceramente llega a dar vergüenza todo lo que dicen que piensa hacer y que hacen, como eso de ir de acusica a los más poderosos de esta, insisto, civilización de la muerte. | ![]() |
¡Cállense de una vez! | ![]() |
Si de verdad creen en eso de la política en la que están complicados, intenten hacer eso de gobernar. ¿Cuándo gobiernan? ¡tan empeñados en eso de imponer sus importancias! | ![]() |
¡Con lo bien que iba, señor Aznar! | ![]() |
Lamento sinceramente que se haya ido. Pero ya que es así, váyase de una vez; no siga incordiando, ya que no ha podido lograr lo que tan acertadamente llevaba por delante; sin que de ello fuera consciente, también estoy seguro. | ![]() |
Para Arte urbano publicación de la Asociación de Músicos de la Calle, coordinada por Reinaldo Aparicio Viera |
He visto un amigo en su soledad, feliz | ![]() |
Por ahí abajo acaban de pasar... | ![]() |
Un paquete de cigarrillos, desarrugado por el remojón... | ![]() |
Y después, unos cuantos metros, una hoja de calendario, semidoblada, semiarrugada, arrugas blandas según las pequeñas ondulaciones del pequeño reguero pegado a la acera... | ![]() |
Se van... | ![]() |
No he podido leer de que día era... ni de qué marca el tabaco. | ![]() |
Pasaron deprisa. | ![]() |
Llueve mucho. | ![]() |
He venido hasta la ventana, sólo unos cuantos pasos, por nada, una pausa en la lectura de las tantas cosas que los periódicos publican estos días por el suceso de un amigo que ha muerto. | ![]() |
Inevitable meditar... | ![]() |
Levanto la mirada a ver la lluvia en el aire. | ![]() |
No le diré adiós. | ![]() |
Se fue como los grandes, sin despedirse. | ![]() |
Tampoco iba a escribirle. | ![]() |
Nada. | ![]() |
Pero ahí aparece su sonrisa. | ![]() |
Sí, ahí en medio, en la lluvia; en el aire. | ![]() |
Sí, en el aire; ahí, delante de mí. Sin mojarse. | ![]() |
No le había visto sonreír. | ![]() |
Nunca; por más que el recuerdo busque aceleradamente en la memoria. | ![]() |
Y ahí está ahora con una sonrisa. | ![]() |
Más allá, sólo un poco más allá, de los cristales; en medio, en el centro, de la lluvia. | ![]() |
Sólo la cara. Bueno, un poco más; no un P.P., más bien en P.C. | ![]() |
P.P. = primer plano. | ![]() |
P.C. = plano corto. | ![]() |
Una sonrisa suave, insinuación de sonrisa; cómplice. | ![]() |
Un poco tímida, como a mí me parece que siempre ha sido él. | ![]() |
Tímido yo ahora, con la sensación de serena felicidad que me ofrece a que la sienta, que la sepa. | ![]() |
Una sonrisa que sólo se puede confiar a un amigo, con el ánimo de ser corespondida. | ![]() |
Y también yo sonrío; le sonrío. | ![]() |
El y yo me sonríen; porque, muy atenuada la imagen, también veo la mía en el cristal de la ventana. | ![]() |
Y se precipitan los recuerdos; sobre todo se precipitan las ideas. | ![]() |
Se acumulan a toda la extensión de los tiempos, que todo está ocurriendo ahora. | ![]() |
Siempre, no sabía, no sabré, si me identifico con su obra. Creo que casi siempre no, aunque me parece que muchas veces sí. Mucho a reprocharme a mí mismo no compartir ese entusiasmo de lo que tanto se puede leer de lo que tantos y tantas andan por ahí escribiendo; tanto, siento que no puede ser verdad, aun que me confirma, me conformo, que puede ser realidad. | ![]() |
Y pienso también, una ráfaga en el lenguaje común, que "no todos los muertos fueron tan buenas personas como suele decirse". | ![]() |
La lluvia no lo moja porque las gotas de agua, cada una de ellas, son las notas de la gran sinfonía de todos los músicos y cantares del Universo, el infinito, de la más bella sinfonía, que suena para él. | ![]() |
Se me humedecen los ojos, no de lluvia, sabiendo que también yo canto esa sinfonía, canción; él lo sabe, y también la canta, que yo lo sé. | ![]() |
En armonía con todos los músicos, y cantantes, de todas las calles de todos los mundos. | ![]() |
Por ahí debe de andar la felicidad; por ese todo. | ![]() |
Si es que existe. | ![]() |
José María Nunes | ![]() |
25 octubre 2003 | ![]() |
Escuchar el paisaje | ![]() |
Los de siempre, para asustarnos, han creado ambiente de guerra. Desde allá lejos, geográfico, aquí mismo, en todas partes, ya se oyen esos ruidos monstruosos de explosiones y estallidos que lo destruyen todo. Y matan. | ![]() |
Y yo tengo miedo. No es éste el paisaje a escuchar, que nos obligan a oír. | ![]() |
Como dicen que en el último instante, hálito, de vida, justo enlazando con la muerte, la memoria se expande a recordar todo lo que se ha vivido, es cierto que se puede observar una generalizada predisposición a evocar el pasado, y mucho sobre la infancia, los más iniciales pensamientos, en estos últimos meses. | ![]() |
Creo que la primera vez que oí el paisaje y me puse a escuchar tendría unos siete años, o quizás ocho. | ![]() |
Andaba por el campo, la casa de mis abuelos por allá abajo en la huerta, por allí cerca pasaba la carretera, un poco más allá el ferrocarril, y al fondo, hasta el horizonte, el mar. Caminaba. E inesperadamente, desde ese suave ruido de la naturaleza que es el silencio en aquel ambiente, todo en calma, empecé a oír algo; desde muy lejos me pareció que lo oía y al ponerme a escuchar, sin dejar de caminar tal vez más despacio, tuve la sensación que venía de todas partes, ni de cerca ni de lejos, y giré la cabeza muy despacio con ese casi imperceptible fruncido de querer oír mejor, seguí el movimiento girando todo el cuerpo con ese irreprimible querer ver, es posible que para saber de donde venía. Tuve la impresión de que intuía el infinito. Y llegué a la conclusión de que oía el paisaje y, sin dejar de caminar, puse atención en escuchar. | ![]() |
Era música. La mejor música que hasta entonces podía haber oído, con la certeza de que no se estaba tocando en ninguna parte. | ![]() |
Más tarde, no sé cuantos años después, cuando lo oí por primera vez concretamente, posiblemente de un disco, reconocí que aquella música que con frecuencia volvía a oír recordando aquel momento, que con razonable frecuencia sigo recordando, es la suite de "El lago de los cisnes". | ![]() |
Siempre me emociona oír una melodía venida de no sé dónde, que tantas veces ocurre yendo por las calles de esta nuestra Barcelona, sin que espere que suene y que llega a sensibilizarme en la impresión de que escucho el paisaje del infinito. | ![]() |
Muy largo podría escribir explicando ésto con detalle. | ![]() |
Como, por ejemplo, en otra película que tampoco he podido hacer, a altas horas de la madrugada se oye que pasa, calle Escudillers, por cierto, el sonido de un violín cuyas notas alivian, al tener la sensación de que llega a escuchar el paisaje, a un hombre que en esa noche en que refugiado muere al amanecer a consecuencia del recuerdo de todo lo que ha sido su vida no habiendo muerto viviéndolo. | ![]() |
Fue su última, y tal vez su única, gran emoción en su vida, tener la oportunidad de escuchar el paisaje que le ofrecía un compañero tocando por la calle. | ![]() |
Nunes | ![]() |
Martes, 25-2-03. Lloviendo. | ![]() |
¡Salud, amigos! Compañeros | ![]() |
A veces, cuando me pongo a oír el ruido del Universo, acabo escuchando su sonido. | ![]() |
A veces, cuando me pongo a oír el ruido de la calle, acabo escuchando su música. | ![]() |
Y entonces, a veces, no puedo evitar que mis pasos pierdan la presión de mis pisadas para lograr la suavidad de que mis pies se sienten rozando las notas dispersas en un mutuo acariciarse, pies y notas desprendidas del impulso de ese sonido qure ahora escucho envolviéndome porque han logrado que me sienta parte del sonido del Universo que escucho. | ![]() |
Compañeros, no me privéis de esa solemne emoción de saberme parte del Universo que también tan bien creáis con ese sonido al que se le llama música; que nace, se crea, con y de esas notas dispersas por el suelo que puedo acariciar con mis pies, olvidados los zapatos, que ya no existen, mientras camino mientras su sonido acariciándome por el oído hasta ese estremecimiento que me hace partícipe, parte, de lo infinito de la eternidad conectado con lo absoluto de la Inteligencia. | ![]() |
A veces, cualquier día de estos, ahora mismo, tal vez sienta que mis pies rechinan en pequeños cristales que se quiebran, suelas y suelo, que son notas que intentan evitar sus sonidos que sólo son ruidos que se avergüenzan y quieren volver a casa para seguir aprendiendo. Pero, entonces, arrastro los pies empujando las notas sin pisarlas y les digo a cada una "anda, vete hasta allí de donde vienes y enséñales a las siguientes que se creen que aprendan un poco de tu fallida experiencia; eh, eh, que la música no es ruido". | ![]() |
Y se van, seguro; porque a veces, cuando vuelvo a pasar por allí vuelvo a oír el sonido de Universo, y las nuevas notas juegan por los suelos con mis pasos como viejos amigos. Pies y pasos, diferenciados. | ![]() |
Tengo un guión, que no he podido hacer película por eso de las cifras que nunca quieren jugar, que se titula "Te quiero, caracol", en el que hay un homenaje en una larga escena con músicos de la calle, en la calle. | ![]() |
Sigo emocionándome al recordarlo. | ![]() |
Al recordar como hecha, esa película que, seguro, algún día haré. | ![]() |
Y todos jugaremos con las notas por los suelos dándoles ritmos alegres a los pasos y envolviéndonos en los sonidos música en conexión absoluta con la eternidad del infinito, y la Inteliencia. | ![]() |
¿Para qué se han hecho las calle si no es para oírles la música? | ![]() |
Hablo de música, claro. | ![]() |
Ahí está la emoción. | ![]() |
¡Salud! | ![]() |
Nunes | ![]() |
madrugada del jueves veinticuatro de octubre del año dos mil dos; | ![]() |
paseando, claro | ![]() |